05
Confiando en Dios incluso contra viento y marea
Una familia que confía en Dios incluso contra viento y marea es porque ha logrado cultivar una comunión con Dios y sabe en Quién ha creído. Genesis 17:15-18:21
Sola Gratia
04
Confiando en las promesas de Dios
Una familia que confía, espera en las promesas de Dios (Gn. 15:1-20). En esta porción podemos ver las promesas de protección, posteridad y provisión hechas a Abram. Hoy día a Su Iglesia el Señor ha dado grandes y preciosas promesas para cumplir Su voluntad y vivir con gozo la vida cristiana.
03
La Escuela de la Fe
La familia que confía en Dios está matriculada en la Escuela de la Fe. Acá aprenderemos tres grandes lecciones; la lección de la sana distancia (Gn. 14:1-12), la lección de la sana dirección (Gn. 14:13-16); y la lección de la sensata devoción.
Caminando en
una sociedad hostil
02
Estudiando Gn. 12:6-20 podremos observar a través de la vida de Abram como nuestra fe será probada y es nuestro deber aprobar. Abram enfrentó la prueba de la escasez, por eso desciende a Egipto; la prueba de la abundancia, cuando los animales de su sobrino y los suyos no tenían espacio en la tierra donde estaban; y la aprobación del Eterno cuando Abram escogió levantar altares al Dios de los Cielos.
Si yo sigo los siguientes valores; no aprobaré:
✓ Apoyarme en mi propia opinión.
✓ Escala de valores ajenos a Dios.
✓ Comprometer mis principios.
Por lo contrario; si me he apropiado de los siguientes, estaré en el camino correcto:
✓ Invocar el Nombre de Dios.
✓ Escala de valores temerosos a Dios.
✓ Mantener mis principios.
01
Debo conocer los pasos que implica caminar en la voluntad de Dios; el paso de la certidumbre, la voluntad de Dios tiene como matiz lo desconocido, demanda fe. Lo siguiente es el paso de la capitulación, la voluntad de Dios exige entrega, dejar atrás; demanda pérdida. Con “capitular” queremos decir que morimos a nosotros mismos para que sea Cristo el que reine en nosotros. El último paso es el de la comunión, la voluntad de Dios requiere de una comunión, de un temor de Dios, de dependencia en Él.
Caminando en
la voluntad de Dios