10
La certeza del amor de Dios
Hemos llegado al final del capítulo de Romanos; Ro. 8:33-39. El mismo Salvador que murió por nosotros está ahora en el cielo intercediendo por nosotros. Como nuestro Sumo Sacerdote, nos puede dar la gracia que necesitamos para vencer la tentación y para derrotar al enemigo.
09
La bondad de Dios
La porción en esta oportunidad es Ro. 8:31-32 nos enseña la gloriosa verdad de la seguridad que el hijo de Dios tiene en Cristo delante del Padre Celestial. No hay condenación porque compartimos la justicia de Dios y la ley no puede condenarnos. No hay obligación porque tenemos al Espíritu de Dios quien nos da poder para vencer la carne y vivir para Dios.
08
La soberanía de Dios
Comienza el versículo (Ro. 8:28-30) con la expresión “y sabemos” o también “pero sabemos” es una contraposición a todo lo expuesto desde el v. 18, destacando lo positivo que aparece en aquel texto, “las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”, por esta razón aprenderemos que podemos confiar en el Dios Soberano porque tiene un plan especial para mí.
07
Orando en el Espíritu
Aprendemos a la luz de Ro. 8:26-27 que podemos acudir al Trono de la Gracia y clamar al Cielo con toda confianza, podemos clamar llamando al Creador de los cielos y la tierra como nuestro Padre Celestial, así como lo expresa el apóstol Pablo: ¡Abba Padre!
06
La esperanza que da la redención
Somos hijos de Dios por la adopción espiritual que hemos estudiado; sin embargo vemos sufrimientos en la vida presente del creyente, éstos forman parte del plan
eterno de Dios (Ro. 8:18-27).
05
El Espíritu garantiza nuestra adopción
La belleza de la adopción en Cristo, estudiando Ro. 8:14-17 aprendemos las bendiciones de la adopción espiritual. La adopción nos ha dado un Padre Celestial al cual podemos acudir en todo momento y una herencia con Cristo.
Sola Gratia
04
Hacer morir las obras de la carne por el Espíritu
Ya nos encontramos en Ro. 8:12-13, acá surge necesariamente el problema de la naturaleza y de la actuación del cuerpo que ha sido instrumento y esclavo del pecado, aunque estaba muerto para con Dios, ha sido vivificado por medio de la obra justa del Señor Jesucristo en Su muerte y resurrección, y debido a que la justicia de Dios ha sido puesta en nuestra cuenta.
03
La Nueva Vida en el Espíritu
Ahora estamos estudiando Ro. 8:7-11 y nos enseña que el mismo Espíritu que resucitó a Cristo de entre los muertos es el mismo que dará vida a nuestros cuerpos mortales por medio de Su Espíritu que habita en nosotros.
02
Nuestra mente conforme al Espíritu
Ya estamos adentrándonos en Romanos 8; acá estudiamos los versículos 5 y 6. Como se mencionaba en el estudio anterior, acá el creyente está "llegando a puerto seguro" porque cuando vive conforme al Espíritu encuentra "vida y paz".
01
No hay condenación para los que están en Cristo
Romanos 8 nos muestra la obra del Espíritu Santo en la salvación, sus operaciones fundamentales sin dejar de lado las fases fundamentales de la obra de Cristo.
Debemos ver Ro. 8 como aquel marinero que llega a puerto seguro después de una gran tormenta tres razones; como lo ilustraba el Dr. William MacDonald:
1. Se encuentra en las manos del bendito Consolador, el Espíritu morador, en cuyo todo poderoso y amante ministerio encuentra "vida y paz."
2. Se encuentra con que es llamado "elegido de Dios," sin tener causa que lo motive, envuelto en un gran propósito divino que terminará con ser él conformado a la imagen de Cristo, siendo Cristo "el Primogénito entre muchos hermanos."
3. Se encuentra con que es amado en Cristo; y como consecuencia nunca será "separado" de ese amor.